El camino nos regala atardeceres de colores que a veces solo puedes iMaginar en los sueños.
Intensificando las sensaciones, el color, la magia del momento, las conversaciones, las miradas, el brillo de los ojos, la sonrisa cómplice que crea una burbuja de realidad compartida, la brisa, aunque cálida que atrapa el momento.
El frío, el abrigo, las luces.
La música de los árboles dándole cobijo a los rezagados pájaros que nos guiaban, o tal vez perseguían, espiaban y piaban (espías participes de muchos momento) al ritmo de la percusión de nuestros incesantes y a veces pausados y siempre firmes pasos, hacíamos camino al andar, música al caminar, ópera al conversar y Mozart en nuestro cabalgar.
Al trote de quienes tenemos claro nuestros objetivos, nuestras miradas se cruzan, sonríen y se funden.
Seguro que alguna vez has sentido lo mismo; recuérdalo y mírate en el espejo, intensifica el momento recordando y viendo tu cara de determinación, tus ojos brillan, tu mentón se alza y esbozarás una sonrisa de seguridad en ti mism@. Wow! Qué sensación, ¿verdad?
Cuando tienes muy claro tu objetivo, el cómo aparece, y tu aCtitud te hará perseverar.
Mírate, siempre fuiste tú pero ahora eres diferente. 😉
con colores diferentes,
déjate atrapar por su magia!
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