¿Qué hora es?

 El viejo reloj ya marcaba las 12, ¿de la noche o del medio día?


Años, siglos, horas y minutos marcando el final del destino, el final del camino, el final del día… 




Pero su puntualidad realmente marca el comienzo del camino, del día, del destino, si lo piensas bien.


Porque los avatares del tiempo nos hacen rehenes de la eternidad, en una época marcada por la pérdida del tiempo, minusvalorado en todos los oficios y ámbitos. 


A lo largo del camino te das cuenta de la relatividad del tiempo, porque el tiempo que pasas, lo pasas contigo.


A veces piensas como antes de empezar, que mirabas el reloj, el móvil, no buscando la hora, sino alguna notificación de las miles de aplicaciones, de las redes sociales, desviando tu atención de lo verdaderamente importante, a quien tienes delante. 


Redes sociales que tejes durante el camino, pasas de largo a gente que echas de menos al día siguiente, te adelantan y te autoexiges un poco más para llegar y volverte a cruzar, volver a coincidir.


Redes, telas de araña que avisan, lugares arañados por el tiempo, conservados, abandonados, lugares donde te gustaría quedarte para siempre… lugares que te ven pasar… el tiempo pasa y no nos damos cuenta. 


Cuando emprendes el camino, cuando tienes muy claro tu objetivo, cuando sabes a donde vas y donde quieres estar, te desprendes del tiempo (te alejas del reloj y el móvil).


Empiezas a fusionarte con el entorno, empiezas a descubrir nuevos colores, entornos, momentos; te das cuenta de la hora que es por tu metabolismo, cuando te apetece comer algo, cuando el cuerpo lo pide de verdad.


Adivinas el momento del día, por los colores que te regala el Sol, por la sombra que dejas al pasar por determinados lugares y por las conversaciones que se tornan más nostálgicas y profundas al final del día.


Momento en el que te das cuenta, de dónde vienes y cuánto estamos dejando por el camino.


El viejo reloj renovado marca las 12, pero de ti depende que sea de noche o mediodía, cada mañana el tiempo es tuyo y tú decides qué hacer con él.


¿Miras el reloj para consultar la hora o las notificaciones de las redes sociales?


Cuando tengas claro tu objetivo y emprendas el camino, consultarás la hora en el reloj porque el tiempo pasará volando y será como el oro, porque serán momentos preciados!


Lo empezarás a valorar de verdad.


Cierra lo ojos y emprende el camino.

Visualiza donde quieres estar, con quién y a qué hora.


¿Qué hora tienes?


iMagina...

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