Los anillos del tronco de los árboles se forman a causa de las estaciones e indican el ciclo de crecimiento del árbol. En las estaciones húmedas y lluviosas, justo debajo de la corteza del tronco se producen grandes vasos de paredes finas. En las estaciones secas los vasos se hacen mas pequeños y sus paredes se engrosan para proteger el agua, es decir, en las estaciones húmedas se producen anillos anchos y claros, en las secas son estrechos y oscuros.
Estos anillos cuentan su historia… como suelo decir no estamos hechos de átomos, sino de historias.
¿Cuál es tu historia?
Hay momentos donde, cuando, nos sentimos un poco bajos de moral, nos sentimos cansados, cansadas de luchar contra molinos de vientos muchas, contra la intolerancia otras, contra mentiras la mayor parte del tiempo y aunque luchamos, nos puede, nos desgasta… ¿Abandonamos? O ¿mejor contamos nuestros anillos de crecimiento? Nuestras batallas, experiencias y superaciones, nuestro valor añadido, nuestros skills que hemos desarrollado ante toda adversidad, ante toda estación húmeda, lluviosa o seca. Vuelve a relatar tu historia, escríbela, por qué no, léela en voz alta y recuerda que las estaciones siguen pasando, sigues creciendo, sigues construyendo tu propia historia…
¿Quieres protagonizarla o contemplarla?
Alguien dijo una vez que a los 20 años, te preocupa lo que le gente piensa de ti, cuando tienes 40 años, dejas de preocuparte de lo que piensan de ti, pero sabes… cuando tienes 60 te das cuenta de que, en realidad, nadie estaba pensando en ti.
Piensa en ti, en tu historia, en aquella que quieres escribir.
Estamos hechos de anillos, de historias, como los árboles.
iMagina…
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