Entrada bien la noche, el cielo seguía manteniendo los colores del atardecer impregnado en las espesas nubes cargadas de agua.
¿Lloverá? Tal vez...
El estrecho sendero me adentraba a una vieja torre vigía, ahora en ruinas, vestigio de la guerra, otros tiempos otrora presentes en el ensueño.
Mientras escribo apercibo luces más allá de mi linterna, quizás reflejos de otro tiempo, quizás reflectantes de otr@s runners... aunque no escucho su trotar, si trato de escuchar el mar... está en calma.
Apenas escucho el silvido del viento y el crujir de ramas en mi caminar. La senda se oscurece más, apago mi linterna... mis pupilas se abren como teleobjetivos para capturar el momento.
Respiro sosiego, wow... qué sensación... Ahora silencio... huelo la mar, escucho su melodía, suave... al pasar por el viejo torreón me resguardo de la brisa, pues empieza a lloviznar y el leve sonido del mar me tranquiliza.
No lloverá más, solo llovizna.
Busco respaldo y cobijo en la vieja ruina, un runner me saluda y se aleja.
Apenas nos vemos, pero formamos parte y estamos juntos en esto.
Vienen tiempos inciertos y hemos apagado nuestras linternas.
Confiemos en la experiencia,
sigamos nuestra senda.
Respira hondo,
cierra los ojos y
confía en ti mism@.
¿Te adentras?
Te espero.
iMagina...
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