Disfruta tu Milhoja

Vale sí, reconozco que sólo viviría de milhojas y café…
Pero es que está tan rico…
Ummm, saboreo cada pedacito, y admiro y paladeo su textura.



Acabaré haciendo un blog aparte seguramente.
Es una forma de meditación, de #mindfulness donde solo existimos la milhoja y yo… es verdad que a veces la mente nos hace divagar a temas que nos inquietan, es lo que llamo “el agua que fluye bajo el hielo” según una tradición tibetana y el truco está en ser consciente de que el agua efectivamente fluye bajo el hielo y que puedes oír su reclamo, pero en este momento debes estar pendiente del grosor del hielo del ahora, de saborear el dulce momento, porque si no lo haces, si te descuidas puedes pisar en una zona del hielo más frágil y caer y lo peor de todo, puedes no disfrutar el momento dulce de la milhoja, el café y una apasionante conversación.
Así que la próxima vez, cada instante que necesites focalizar tu atención en algo, para dejar de rumiar… saborea el momento que estás viviendo, ya tendrás tiempo de pensar en ello, dedicándole precisamente ese espacio de caminar sobre el hielo.
¿Te apetece una milhojita con café ?
iMagina…

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