La mimosa perfumada

Pocas veces se aprecia el valor, la belleza de nuestro entorno, árboles, plantas, animales, personas… Sí, a veces no apreciamos los pequeños detalles que desvelan la necesidad de un poco de mimo, por qué no?. Seguro que este tiempo lo echamos de menos, un abrazo, un beso, una sonrisa, el brillo y color de los ojos, como aquellos que cambian de tonalidad con la luz del Sol, con la mirada que desprenda, con la mirada que le viertas… iris llenos de matices que te hacen diferente, especiales, distintos, atractiv@s, atrayentes… El perfume de la voz cuya calidez embriaga y embarga, su tono, su calidez, su paz, su mimo…


 Los colores de las flores se intensifican cuando aprecian la necesidad de destacar, destacan cuando se ven necesarias, siempre para mejorar su entorno, cuidar su entorno, mimar a quienes la rodean y contemplan.

Como nos comportemos ahora determinará cómo seremos en el futuro, como las plantas, los animales estamos preparados para inventarnos posibilidades de las complejidades, de los entornos complejos y difíciles, brillar más, como nuestra Jacaranda Mimosifolia que embellece mi Barriada.

Hay un viejo proverbio persa que dice que una alfombra persa es perfectamente imperfecta, y precisamente imprecisa.

Es una imperfección intencionada… busquemos la belleza de las palabras, de la voz, de la sonrisa, de una mirada, del día a día… Ahora detrás de una pantalla, de un teléfono, de un whatsapp, Busquemos las flores lilas que se encogen al tocarlas, apreciemos lo mejor de los demás, escuchemos, atendamos, busquemos la imperfección, desvelemos nuestra emoción.
Esta distopía que nos está “tocando” vivir, que procura la distancia social, será la gran paradoja de la historia, donde la sociedad apreciará mucho más los pequeños detalles, los mimos como susurros que nos gritan que pronto volveremos a ser mejor de lo que fuimos.

Si eMociona pensarlo…
iMagina… Hacerlo…

iMprovisa, Mima…
iMagina…

Comentarios

Suscríbete