A mis espaldas siempre oigo pasar deprisa al carro alado del tiempo; y allá frente a nosotros se extienden desiertos de vasta eternidad y belleza.
Y cuando atraviesas la vasta eternidad a lomos del carro alado del tiempo, solo te queda soñar, dejarte llevar, probar, disfrutar del camino. Ahora todo se aprecia más. Los colores son más intensos, visitamos viejos lugares de siempre como nuevos entornos a explorar. Nos saludamos sin conocernos al cruzarnos porque estamos juntos en esto.
Apreciamos, iMprovisamos, reiMaginamos...
Aunque todo parezca igual, luce más... aunque nada parezca cambiar... recuerda que tú sí has cambiado, porque has montado a lomos del carro alado del tiempo.
Las sombra del aprendizaje del tiempo luce en cada atardecer alargando sus sombras hasta el horizonte... hasta el infinito.
Has cambiado, hemos mejorado.
Estos momentos ayuda a que cada cual vea sus propias convicciones... oportunidades vendrán que a prueba nos pondrán.
Soplaba una leve brisa que acariciaba la palmera que le hacía balancear como si saludara al Sol antes de descansar.
iMagina...
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