Presta Atención

Probablemente ya no esté así, y menos hoy… ¡con el viento fuerte de levante que hace en mi tierra! 
Me di cuenta y de inmediato la capturé, con sumo cuidado me acerqué y pude ver y observar de cerca su delicada belleza.

Hoy habrá diseminado y expandido, y sobre todo, contagiado su delicada esencia.

  Muchas veces estamos tan imbuidos en la vorágine de la cotidianidad que no somos capaces de descubrir la belleza de las cosas, los rasgos de lo diferente, la noción de lo inadvertido.

¿Cuántas veces has pasado de largo, o no has saludado a alguien con quien te acabas de cruzar por que simplemente ibas pensando en tus cosas?


¿Cómo te sientes cuando alguien se te cruza y no te saluda?

  Enseguida piensas que es por ti, que le caes mal, o que esa persona se cree más o vete tú a saber lo que se nos pasa por la cabeza… Quizá sea eso precisamente, que esa persona que no te ha saludado está en su mundo, pescando, rumiando, perdiéndose el momento de saludarte y devolverte una sonrisa. 

¿Cuántas cosas nos pasan desapercibidas cuando entramos en nuestro mundo interior? 

Hay que entrar sí,
 pero ¡no quedarse para siempre! 

No te pierdas la amabilidad, la belleza, la esencia, la riqueza…

Mira con ojos distintos cada vez, explora, atisba, busca las miradas, contagia tu sonrisa…

Prueba ahora, fíjate en el brillo de los ojos de con quien hablas, te ayudará a mejorar tu escucha y sobre todo, le prestarás atención que es lo más importante y escaso.
 

¿De qué color son los ojos de la última persona (fuera de tu ámbito familiar) con quien has hablado hoy?
¿Y los míos?
iMagina…

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