#Conversar

Me llamó mucho la atención...

La presencia del móvil sobre la mesa nos hace disfrutar menos de la comida, las reuniones de trabajo dejan de ser productivas, no rendimos ni escuchamos, no atendemos al 100% por el simple hecho de que el móvil esté el mesa, porque su presencia genera expectativa y desvía nuestra atención. ¿Qué expectativa nos genera y distrae? la sensación de recibir un e-mail, un me gusta, un whatapp… prestamos mucha menos atención a nuestras conversaciones y prestamos mucho más interés a las notificaciones de nuestros dispositivos amigos.

Sin embargo, si fuéramos conscientes de que realmente se puede cambiar nuestro mundo, el mundo a través de las conversaciones, todo iría un poquitín mejor, solo un poco, pero sería un mucho a largo plazo.

La calidad de tu #liderazgo depende de la calidad de tus conversaciones.
La #creatividad despega con el diálogo, detrás de las grandes ideas, a pequeños momentos, hay grandes conversaciones.

En las conversaciones, donde la idea ha sido contrastada y mejorada, se analizan las raíces y consecuencias de estas. Se mejoran, se enriquecen. Nos informamos, nos desmentimos y salimos de la espiral de las rumiaciones. 

En la comunicación está la clave, a su vez de nuestra salud mental, de la felicidad. Una buena conversación ayuda a desintoxicarnos de pensamiento cíclicos, libera y expulsa toxinas del cerebro y segrega dopamina, serotonina, endorfinas y oxitocinas hormonas y neurotransmisores de la felicidad, también llamados el "Cuarteto de la Felicidad" . Conversar también inhibe la segregación de cortisol, una hormona que exacerba nuestro distrés, el estrés negativo que te baja las defensas y hace enfermar.
 Fíjate… y sólo estamos conversando, mientras comemos, hablamos, nos reunimos, sonreímos, degustamos, saboreamos, bebemos, analizamos, nos miramos, nos abrazamos, soñamos, nos enamoramos, de las ideas, de los pensamientos, de las miradas, de los ojos, de la mente, de una sonrisa, de un punto de vista... Y sólo estamos conversando.

Porque conversar viene del latín: “conversare”, y significa: “girar, hacer girar, dar vuelta, cambiar, convertir.” 

Cambia tu mundo, convierte tu entorno, dale un giro a tus hábitos, haz girar tus pensamientos, dale la vuelta a tus ideas,  disfruta de una sonrisa, fíjate cómo brillan los ojos de quien te escucha, esconde el móvil…
¿Te apetece conversar?

iMagina...

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