¿Aceptas o Emprendes?

Seguro que tarde o temprano te enfrentarás al dilema...

Siempre que quieras emprender algún negocio es muy recomendable estudiar y evaluar el campo en el que desear estar, como por ejemplo: montar una inmobiliaria, una panadería, una empresa de mudanzas, un servicio de reparaciones post venta, una app, una consultoría…
 Siempre, siempre, siempre hay que estudiar el sector, para averiguar qué funciona y qué no y además evaluar la viabilidad de tu idea.

Y puede sucederte, que conforme te vas adentrando en el sector te vayas dando cuenta de que es mucho más complejo de lo que inicialmente comprendías, o incluso ya habiendo formado parte del sector y vayas a intraemprender (desde dentro como spin-off) te des cuenta que tienes mucho que aprender.

Lo que sí que es cierto, y esto te acabará ocurriendo tarde o temprano, es que advertirás oportunidades que antes eras incapaz de ver, hasta el punto, de que incluso recibas, encuentres y participes de ofertas laborales interesantes que te hagan dudar de tu idea original y quieras complementarla o desecharla, aparcarla o delegarla; pero ya no volverá a ser la misma, porque la oportunidad ha activado neuronas, la duda te ha generado emociones y la decisión tendrás que tomarla. 

¿Emprender o no emprender?
 ¿Aceptar o no aceptar?

Le ocurrió a un amigo, después de tener su idea de negocio, haberle ayudado en todo lo que necesitaba, llevarse meses estudiando, preparándose, participando e ideando… me llamó por teléfono a las 8 de la mañana y me dijo: 
“he repasado el plan de negocio, he estudiado el sector, el contexto actual y toda la geografía española… necesito que atiendas a los de la mudanza,  Trasteros Las Palmas porque irán en una hora a mi casa. 
La mudanza está en marcha, los beneficios y ventajas que tengo en las Islas Canarias para mi modelo de negocio no la tengo en Madrid”

Os podéis imaginar el resto… ¿Emprendió o Aceptó?

Sea como fuere, su modelo de negocio se convirtió en su forma de vida, casi como una filosofía que le iba a llevar a vivir, pensar y disfrutar en función del negocio que quería montar y la vida que quería vivir.

Porque a la hora de emprender, siempre lo haces con algo que te apasiona, que te gusta, que disfrutas haciendo; como ayudar, servir, escribir, interpretar, hacer pan, pasteles, bollos, cuidar a los demás… habilidades y talentos que siempre, siempre, siempre llevamos dentro, que los hemos desarrollado, hemos jugado, nos hemos divertido y se nos da especialmente e inteligentemente bien.

¿Por qué no emprender y seguir disfrutando de lo que se nos da bien?

 Es duro irse a vivir a otra ciudad, es duro levantarte cada día sin saber si llegará la oportunidad o si tu idea realmente merecerá la pena y funcionará. Es duro, pero merece la pena arriesgarse y crear oportunidades.


Eso sí, elabora un buen plan de negocio, sumérgete en tu idea, conoce el sector, la geografía, las Islas Canarias, el Sol, la Playa, la filosofía, la idiosincrasia… especialízate… y seguro que te  encontrarás ante el  dilema: 

¿Aceptas o Emprendes?

iMagina…

Comentarios

Suscríbete