Y sin embargo...

¿Cuántas veces a lo largo del día nos dispersamos con pensamientos que nos devían de nuestros objetivos, de nuestra esencia como personas y resta atención a nuestras actividades laborales y diarias.?
Desde prestarle más atención al móvil , haciendo #phobbing, que a tu pareja o familia, hasta discusiones con parejas y amigos que rumian por nuestra cabeza, sin solución aparente o con solución sencilla y rápida. Quieres que las cosas salgan bien, te empeñas, te esfuerzas en una relación, esperas y deseas que el compartamiento de tu pareja, o expareja, sea el de sentido común, en un mundo donde el sentido común, no es el común de los sentidos.
 Pasamos más tiempo en el mundo del debería ser, que en el de estar y ser, que en el que es. Si dedicas el, al menos, 80 por ciento de ese tiempo a ti mismo, a ti misma, mejorarás considerablemente tu autoestima, y sólo haciendo un cálculo sencillo…el mero pensamiento, reflexión que haces acerca del cómo deberían ser o comportarse los demás, ya te hace mejor persona... iMagina si te dedicas ese tiempo a ti en lugar de malgastar neuronas en pensamientos que al final acaban en el vacío real y en la basura mental.
Cuánto más te valores, menos te preocuparás, cuánto más te ocupes, más conseguirás. 
iMagina...

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