Había una vez un hombre que caminaba ensimismado por la calle cuando de repente, entre sus flujos de pensamientos y reflexiones, se dio cuenta de que le había pegado una patada a algo más pesado que una lata de coca-cola, sin salir de su ensimismamiento llegó a la conclusión de que aquel objeto era mucho más pesado...
Al despertar de sus pensamientos le siguió una grata sorpresa:
¡le había pegado una patada a una lámpara maravillosa!
Apresuróse a limpiarla, mimarla y frotarla... precipitándose sobre él un enorme Genio;
-. Soy el genio de la lámpara y te concedo un deseo!!.
-. Un deseo?? dijo el hombre pensante; Siempre concedéis tres?
-. Sí, pero está la cosa muy mala, y no tenemos presupuesto para más. Dijo el Genio enfadado.
-. Pues muy bien, déjame pensar... ummm, deseo... deseo... Salud, no ponerme nunca enfermo. Sí, creo que es lo más importante.
Deseo Salud, no ponerme enfermo jamás!.
-. Muy bien, dijo el Genio...
Vaya usted cada tres meses a la Agencia Tributaria.
El genio convirtió al "probe hombre pensante" en Autónomo...
Ja,ja,ja! Muy bueno! Los autónomos no pueden ponerse enfermos porque se quedan sin sueldo. En cambio hay muchos asalariados que siempre están de baja por cualquier cosa y cobrando, y viva la Pepa. This is Spain. Saludos
ResponderEliminarJejeje, Gracias +Jaume Garriga De alguna forma sostenemos el sistema a costa de nuestra propia salud. Lo peor llega cuando te jubilas (cumplidos los 90 años) ves tu cotización y la poca pensión... ;-)
EliminarUn Saludo!