Un verano, no recuerdo muy bien de qué año, decidimos pasar el día en la playa de Bolonia, en Tarifa (Cádiz) junto a las ruinas romanas de Baelo Claudia, muy cerca de la Duna que se adentra en el bosque de pinos, enmarcando un paisaje difícil de olvidar, por lo espectacular y asombroso, por lo revelador del complejo; pasado, presente y futuro se dan cita en la playa. La Naturaleza se abre camino. Alguien de nuestro grupo planteó visitar las piscinas naturales de Bolonia, que estaban en dirección contraria a la Duna, una vez estábamos arriba, después de soportar el calor, y los pies quemados de la arena. Cuesta subir, pero merece la pena la visión que contemplas. Muy bien! exclamamos tod@s. Sería divertido, sería una aventura, sería para much@s... una pesadilla! Nadie había ido nunca, nadie las había visto más que en fotos y nadie sabía cuánto tardaríamos, ni cuán lejos estaba desde nuestra posición. Lo más alto de la Gran Duna. Todo era de oídas...
Genial!!! Adoro leer, utilizo los medios electrónicos por mi trabajo y de verdad esa imagen está apenas para compartir con mis colegas, gracias :)
ResponderEliminarEstupendo, nos alegremos de ello! Cada vez más en esta progresiva innovación tecnológica se hace más necesaria la innovación humana... y la mejor forma de hacerlo es leyendo, leyendo mucho!!
ResponderEliminarGran lectura Clau Alma!
Un Saludo!